miércoles, 16 de octubre de 2013

raudo #22

Leo un post de un autor nacido en los años 60 sobre un ránking de mejores poemarios españoles publicados en los últimos 35 años, ránking que el autor desecha enseguida con la resignación del que sabe -y no puede decirlo- que la democracia -el voto de varios- no siempre elige lo mejor, ni aun lo segundo mejor, y se me ocurre -o se me impone- elegir a mi vez los 10 mejores poemarios españoles de los últimos 35 años, como juego, como reto, como mira-a-ver-si-tú-lo-haces-mejor, y no es fácil, nunca es fácil ese puesto de cancerbero del talento de los demás, pero me pongo sincero, y simple, y empiezo a recordar poemarios desde 1980 (aprox.) que puedan haberme gustado -al menos en su momento-, y me acuerdo de estos diez: Teoría solar, de Vicente Valero, Diario cómplice, de Luis García Montero, Obra poética, de Eduardo Haro Ibars, La educación física, de Pablo Fidalgo, De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, de Blanca Andréu, [lo que sea que publicara en esos 35 años], de Leopoldo María Panero, El fósforo astillado, de Juan Andrés García Román, [evidentemente, aunque no sea su mejor libro, el que toque de:],  Claudio Rodríguez,  [no me gusta nada PeCasCor: pero nombrarlo haría que corriera el aire], La caja de plata, de Luis Alberto de Cuenca, [el poemario ferroviario de Antonio Hernández: en la reserva; y también Juan Carlos Suñén y, más abajo, Mestre], [hombre, no puede faltar:] Las afueras, de Pablo García Casado, [posibilidad de salpimentar la lista con algún poeta terrible, sucio: Roger Wolfe o David González], [echo cuentas: sólo falta uno:] Hilos, de Chantal Maillard.